lunes, 22 de septiembre de 2014

Cómo conseguir un estado de calma

trucos para conseguir estado calma


Siguiendo el hilo de mi anterior post, Pensamiento consciente, llevo todo el fin de semana dándole a la cabeza. A veces la vida es una lucha constante contra estos "malos" pensamientos que nos acechan al doblar la esquina. O pensamientos que no deberíamos estar teniendo. Y soy consciente de ello, pero no puedo evitarlo. 

Para conseguirlo, tengo mis trucos. Que en realidad no son "trucos",sino más bien obviedades. Y me quedo tan ancha al escribirlos aquí, así que si tienes algo que aportar, los comentarios están más abajo.

1. Preocúpate sólo por lo que sea "preocupable" o preocúpate por algo en el momento oportuno: parece de cajón, pero en los dos últimos días me he sorprendido más de una vez, y de dos, pensando en un futurible del que no tengo el control. Y no quiero caer en esa dinámica. 



Por mi trabajo (soy autónoma y trabajo desde casa), me es a veces muy difícil desconectar. O más bien, trabajo las 24 horas. Cosa que no es cierta, pero por así decirlo, estoy disponible casi todo el día. Así que a veces, me es difícil desconectar. Llega la noche, pasa la hora de la cena y me veo dándole vueltas a cosas relacionadas con el trabajo. Cosas que no puedo solucionar en ese momento, porque necesito la respuesta de un cliente, o porque no puedo llamar a quien sea para solucionarlo. 

Por salud mental, y por la de mi matrimonio, tengo que ponerle freno a esos pensamientos. Ver la tele un rato, o leer, hablar con una amiga, son algunos de los "trucos" que me ayudan. Vamos, lo que viene siendo ocupar la cabeza en otra cosa. Pero cuando menos te los esperas, ¡zas!, esa preocupación de la que intentas escapar se ha colado otra vez. Para estos casos, lo que me sirve es lo siguiente:

2. Hacer consciente el problema/preocupación: es decir, repito en mi cabeza: "sí ya sé que tengo que llamar a XX, o arreglar los papeles de Hacienda, o pasar por el banco mañana. Pero ahora no está abierto el banco/Hacienda o la persona no está disponible. Por eso, mañana a primera hora, lo voy a solucionar". De esta forma, me he puesto una tarea pendiente, pero he racionalizado que no lo puedo solucionar ahora y que lo haré mañana a primera hora.Así, e quito el agobio y mi mente se queda tranquila, para ahora sí, poder desconectar y dedicarme a cosas más lúdicas y necesarias (hellooo marido, hablemos un rato).

3. Hacer listas: con las tareas pendientes. Y si las escribes, mejor que mejor. Así me obligo a hacer un repaso a lo que he hecho hoy, qué es necesario hacer, qué necesita un seguimiento etc. Pueden ser tanto listas con cosas del trabajo como personales.

4. Priorizar: las listas de temas pendientes se pueden dividir en tipos de prioridades: urgentes, no urgentes, etc. y ponerles fechas de entrega. Así sabes que es lo más urgente y cuándo tiene que estar hecho. Yo soy la reina del procrastine, y me encanta perder el tiempo. Parece que trabajo en esto. También soy consciente de que a veces, trabajo mejor con un poco de presión, así que si me pongo yo las fechas de entrega, también me vale.

5. Bloquear el acceso a las redes sociales: cuando hay temas urgentes que tratar, el móvil se queda en la estantería que está detrás de mi, así no hay tanto peligro de que abra Facebook sin "querer".

6. Divídete el tiempo de trabajo en tipos de tareas: por ejemplo, 15 minutos para contestar emails, 10 para hacer las llamadas necesarias, etc. Son tareas sencillas, pero que se van acumulando y a veces agobian. Así que si las agrupas consigues dos cosas: la primera es no interrumpirte en exceso; la segunda, es que si sólo te das 15 minutos para contestar e-mails, lo vas a hacer más rápido ;).

Con estos "trucos", consigo, la mayor de las veces tener mi mente en calma, o por lo menos, no estresada cuando no le toca. 

¿Cuáles son vuestros trucos?
¿Algo que os sirva para desconectar?


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© María sobrevive a la treintena
Plantilla original de Maira Gall || Adaptada por María sobrevive a la treintena