Sobreviviré

Soy una chica moderna, una chica yeyé, con mucho ritmo y canto en inglés (pequeño homenaje a la gran Concha Velasco). 

Soy moderna, me gusta el hummus y como sushi. Mis gafas son de pasta, llevo vaqueros pitillo y el pelo a lo Alexa Chung. No salgo con ningún músico, pero en mis tiempos mozos quemé algunas noches festivaleras. Atrás quedaron los conciertos de grupos con nombres impronunciables, los baños asquerosos, las colas para conseguir una cerveza un poco fría, el dormir en tiendas de campaña y ducharte delante de otras cien personas (en bikini, no os vayáis a pensar, que una es moderna pero pudorosa).

Recorrí Europa en tren casi sin dinero, durmiendo en estaciones y comiendo los sandwiches que sacábamos del desayuno de los albergues.

Estudié en la universidad pública y sigo sin tener coche propio (carné sí, pero para el uso que le doy...).

Cuento todo esto porque haciendo limpieza, sí, ahora a mis 32, hago limpieza, me encontré una de estas pulseritas que te dan en los festivales (¿las siguen dando? que una era moderna, pero hace una década) y me trajo buenos recuerdos. 

Me acuerdo de un concierto de The Cure que duró más de dos horas, en el que esperaba oír sus grandes éxitos y me tuve que esperar a los bises para escuchar el maravilloso "Friday I'm in love". Y no era viernes, si no sábado como hoy, y yo no estaba enamorada, sino con el corazón roto, pero disfruté ese fin de semana como nunca.