Septiembre ha llegado y si me descuido un poco casi se acaba, y con él, la vuelta al cole, a la rutina, a la normalidad. Y con este septiembre yo vuelvo a retomar este espacio mío, sin ninguna pretensión más que dar rienda suelta a mis pensamientos, a ser un vomitorio de emociones, historias y un poco de la vida que quiero mostrar.
Año y medio ha pasado desde el último post que escribí. Tiempo en el que he renací y volví a caer, en el que subí y bajé, en el que reí, lloré y viví.
Mi camino a la maternidad al final tuvo un feliz final. Desde enero pasado disfruto de mi hijo. Un niño precioso y que tiene loca.Para lo bueno y para lo malo. 7 meses tiene ya, camino de los 8 y cada día disfruto de ser su madre. Qué tópico suena, pero qué verdad es.
En este ultimo año he aprendido mucho de mi misma. Y de mis mecanismos también. No estoy ni cerca de donde querría estar, pero poco a poco. El cansancio y el estrés son malos compañeros de viaje. La angustia y la ansiedad también. Pero las risas, los besos y los abrazos merecen la pena.
Y aquí estoy de nuevo. Para contar muchas historias y vivencias que me queman por dentro.
No hay comentarios
Publicar un comentario
¿Quieres comentarme algo? ¡Adelante!